Estos días han sido muy extraños. El jueves llegué a clases a las 8:30, todo normal. Al final de esa clase, como a las 10 vi a un compañero, lo saludé y me dijo: wenaa alvaro, terminaste de editar tu nota?? yo: hmmm oye pato, el noticiario no es el otro jueves?? - nopo es hoy, grabamos a las 5... - concha..... pense que era el otro jueves, tenía planeado empezar a grabar mañana(viernes). Me voy pa la casa y hago la nota ahora mismo.
Dicho y hecho: A las 10:30 me subí a la micro, a las 11:0 llegué a la casa, cargué un rato la camara, busqué una cinta, busqué hartas monedad de 100 y me fui.
Mi nota tenía que ser sobre la mala distribución de tiempo que hay para la franja electoral.
De mi casa llegué como en 20 minutos pa la UDI, pillé al pdte de las nuevas generaciones, le robé un par de minuto, incluso hablo más de lo que necesitaba. Después caminé hacia el paseo las palmas para tomar las típicas imagenes que salen en el noticiario, no tenía tiempo para pensar en otra cosa. Aparte de las imágenes saqué un par de cuñitas a gente que me opinara sobre el tema en la calle. Era obvio que todos me dirían que el tema en cuestión era injusto. Pero los necesitaba. Más tarde partí al partido comunista a lo mismo, pero me fue mal. Al rato me fui al paso ahumada a buscar más tomas.
Como a las 14:00 llegué a la U para editar, tuve hasta tiempo para hacer un par de gráficos para mi nota. Terminé como 10 para las 5. El noticiario salía al aire a las 5. Ufffff
Cuando llegué a la casa después del noticiario comí algo. Mi mamá me dijo que en Rancagua había pasado algo malo. Un tío que trabaja en el Teniente tuvo un accidente, algo cayó en su mano y le amputó las falanjes del dedo del medio y el de al lado. Lo operaron y le reimplantaron los dedos. Aún no se sabe si ha resultado bien la operación.
Hoy el mañana tenía que salir. Como a las 11 me bañé, cuando me estaba vistiendo abro la puerta del closet para buscar una polera, a lo que llega mi hermanito de 2 años. Yo no me di cuenta cuando cerré la puerta y tenía los dedos ahí. La puerta le agarró los mismo dedos que se cortó mi tío. No sabía que hacer. Si abría la puerta podría cortarlo o que se yo. Llamé al conserje y con un atornillador rompió la puerta y mi hermano pudo sacar sus dedos. Pensé que había sido grave, pero no era para tanto.
Igual tuve responsabilidad en esto, pero gracias al de arriba no fue para tanto.
