Por fin de vacaciones. Después de un montón de pruebas, trabajos, grabaciones y exámenes pensé que mi semestre iba a terminar de mala manera, echándome un par de ramos. Pero saqué esas fuerzas que uno usa cuando ya todo está perdido y pasó algo me dejó bien satisfecho: Haber pasado todos los ramos.
No los pasé de manera brillante, hay que decirlo. Pero el hecho de ir aprobar todo me dejó con la sensación tranquilidad que hace tiempo no tenía.
En los últimos días han pasado muchas cosas, también he hecho varias, lo que me ha quitado tiempo para escribir acá y leer a los demás.
Ahora que estoy más libre trataré de escribir más seguido y hacerle unos cuantos arreglos a este blog, que ha creciendo de a poco.
Pero como todos saben, la vida no gira en torno al blog, asi que también dedicaré mi tiempo a cosas tan productivas como escribir y leerlos a ustedes.
Durante estos días hay una cartelera interesante de películas, asi que no sería mala idea darse una par de vueltas por los cines para distraer la vista.
Volviendo al tema académico, este último período de exámenes tuvo mayor suspenso que los anteriores, tanto, que incluso me llegué a sentir como esos equipos de fútbol que a fin de año están a punto de bajar a segunda división y esperan los resultados de los otros equipos para ver si les dan una manita para no descender de categoría.
Esa situación la experimenté en un ramo filosófico que se llama fundamentos culturales de la comunicación. Típico ramo filosófico se caracteriza por la visión que tenga el profesor. En este caso mi profesora era de una onda media OPUS DEI, lo que significa que todas las vrtudes del hombre giran en torno a Dios (si ponía dios con minúscula era falta de ortografía).
Cuento corto. En este ramo me presentaba al examen con un 45, resulta que yo no tenía tan malas notas como para tener ese promedio, y justo el día después del examen me di cuenta de que mi promedio real era un 52. Se preguntarán como no me di cuenta antes. La razón es la siguiente, la confianza depositaba en la profe y se supone que el powerpoint no se equivoca en calcular promedios.
En el examen no me fue muy bien que digamos, nunca se sabe en una prueba con 50 preguntas de verdadero o falso.
Al final le mandé un correo a la profesora explicándole mi caso. Pasaban los días y las notas no las publicaban y mi mail no era respondido.
Casi una semana después me los respondieron diciéndome que todo estaba eclarado y unas horas después publicaron las notas. Estuve una semana con el traste a dos manos. Pero toda espera tiene su sacrificio, aprobé con un 52.
Una situación tan tensa como la anterior se dió en el ramo de televisón 5, pero ahí estaba preparado para cualquier cosa, incluso tenía ganas de reprobar porque no había aprendido mucho y echándome ese ramo no me atrasaba.
El profesor Arístides Progulakis siempre se destacó por su bajo nivel de asistencia, hecho aceptable porque siempre estaba cubriendo hechos noticiosos internacionales, lo que hacía imposible su presencia en la sala de clases.
Como había dicho, durante este semestre no aprendí mucho, asi que mi notas no fueron de lo mejor, presentándome con un 41 para el examen.
Para esta prueba debíamos leer unos apuntes, como 50 páginas en total.
Llega el día del examen, para variar el profesor no estaba. El ayudante nos pasa unas hojas en blanco y dice que escribamos un libreto para una nota de 5 minutos con un tema de actualidad.
Pero... para que nos dieron a leer como 50 páginas para terminar escribiendo un libreto??
que decisión mas mal tomada. Era de esperarse que todo el mundo empezó a reclamar por lo obvio del problema, había una compañera que se tenía que sacar un 60 para aprobar, ella se sabía los textos al revés y al derecho...
Al final yo hice lo que pude, escribí un libreto horroroso, super malo, si no había estudiado nada de actualidad, sólo los textos.
Estuve todo este fin de semana pensando en que me había echado ese ramo.
Pasaron los días, publicaron las notas y sorpresa: lo pasé con un 41...
Los milagros existen.
